La realidad en lo que elegimos

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Filipenses 4: 8

En nuestros tiempos es fácil quedar atrapado por todo lo que sucede en nuestro medio, redes sociales, encuestas, revistas, anuncios de televisión, películas, etc. quienes constantemente nos dicen cómo pensar, qué vestir, qué hacer, qué ver y leer. Como cristianos, debemos ser especialmente cuidadosos con estos mensajes que dictan, ya que pueden llevarnos por una corriente incorrecta de acuerdo a nuestros principios. No se trata de si puedo “manejar” el contenido, se trata de vivir una vida que refleja y agrada a Dios. Cuando elijo ver, escuchar o leer, tomo la decisión de dedicar mi tiempo a eso.
A medida que elegimos qué vestir, escuchar, mirar o leer, debemos recordar lo que dicen las Escrituras acerca de cómo gastamos nuestro tiempo y en qué debemos enfocarnos.

Si pensamos un momento, y nos transportamos a la escena en que estemos frente a Jesús, presentando la excusa por nuestro tiempo perdido “me detuve en algo que no glorificó a Dios porque fue un libro o película premiado”. Creo en realidad que nos avergonzaría decir que nos permitimos que la popularidad de un contenido, se interponga en mi relación con Dios.

Nosotros los hijos de Dios debemos pensar en todo momento en perseguir nuestra transformación a la semejanza de Jesús; que es más importante que perseguir una vida conforme a una cultura.