Seleccionando los consejos
1 De siete años era Joás cuando comenzó a reinar, y cuarenta años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba.
2 E hizo Joás lo recto ante los ojos de Jehová todos los días de Joiada el sacerdote.
2 Crónicas 24:1-2
Joás reino sobre Judá, tomando el poder cuando aún era un niño de siete años. Cuando apenas tenía un año de edad murió su padre el rey Ocozías. Su abuela al enterarse de la muerte de su hijo, empezó a matar a todos los miembros de la familia real para quedarse como reina de Judá. Afortunadamente la tía de Joás, la esposa del sacerdote Joiada, lo llevó y lo escondió en el templo del Señor con su nodriza. Allí vivió durante siete años hasta el día que el sacerdote Joiada reunió a todos los jefes de familia de Judá para invitarles a hacer un pacto con el rey en el templo y se llevó a cabo el plan del sacerdote. Le presentó como el hijo del rey, le puso la corona y las insignias reales y después de derramar aceite sobre él lo proclamó rey; según lo prometió Dios acerca de los descendientes de David.
En la vida y reino de Joás hubo dos periodos, uno bueno, cuando busco agradar a Dios y otro malo, cuando se opuso del ministerio del profeta Zacarías.
Cabe mencionar que la buena etapa de Joás fue durante todo el tiempo que vivió el sacerdote Joaida, porque Dios era quien le aconsejaba por medio de este sacerdote, quien también lo había criado; por tanto, la educación que el rey recibió era para acercarlo siempre a Dios. Algunas de las obras buenas de Joás fueron: la destrucción del templo de Baal y los altares e ídolos además de la reparación del templo del Señor. Cuando el rey pidió el apoyo financiero del pueblo, todos acudieron con gusto a depositar su contribución en el cofre hasta llenarlo. Restauraron el templo de Dios según los planes originales y lo dejaron en buen estado. Mientras que vivió Joiada, se ofrecieron continuamente holocaustos en el templo de Dios.
Pero sucedió que después de todo ese tiempo de fidelidad a Dios él se dejó llevar por la idolatría y provocó la ira de Dios, se alejó y perdió la pasión por Dios y su templo.
17 Muerto Joiada, vinieron los príncipes de Judá y ofrecieron obediencia al rey; y el rey los oyó.
18 Y desampararon la casa de Jehová el Dios de sus padres, y sirvieron a los símbolos de acera y a las imágenes esculpidas. Entonces la ira de Dios vino sobre Judá y Jerusalén por este su pecado.
2 Crónicas 24:17-18
Después de la muerte de Joiada, los jefes de Judá llegaron y rindieron homenaje al rey. Desgraciadamente, Joás escuchó el consejo de ellos y abandonaron el templo del Señor
mal consejo puede hacer toda la diferencia. El buen consejo también puede hacer toda la diferencia. ¿Cuál consejo preferimos? En el libro de Proverbios hay muchos consejos sobre relaciones interpersonales, asuntos de moral, de buenas costumbres y hasta el sentido común. Mientras que vivía Joiada, Joás escuchaba sus buenos consejos.
Nosotros los hijos de Dios debemos escuchar únicamente los buenos consejos, aquellos que nos incitan y nos impulsan a servir y agradar a Dios. En nuestra vida siempre tendremos un Joiada dispuesto a cuidarnos, defendernos y aconsejarnos porque sabe que somos hijos del Rey y que tenemos un propósito que cumplir.
Desafortunadamente cuando éste murió, Joás no siguió lo que había aprendido de él. Se dejó llevar por los consejos malos de los que no amaban a Dios.
5 Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
6 Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.
Proverbios 3:5-6
¡Qué diferente habría sido si Joás le hubiera pedido consejos a Dios y no a los malos consejeros! Qué importante es confiar y escuchar el consejo de Dios, Él Esiempre escuchará nuestro llamado y pedido de auxilio cuando nos encontremos en situaciones difíciles sin saber qué hacer
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