¿Qué hacer con las preocupaciones?
25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió, así como uno de ellos.
30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
Mateo 6:25-31
El concepto de preocupación se expresa de diferentes maneras en las Escrituras:
- Ser impaciente
- No tener paz
- Estar ansioso
- Estar distraído
- Estar preocupado
- Estar lleno de problemas
- Estar lleno de cargas
- Estar angustiado
- Tener el corazón cargado
- Estar desesperado
Una de las características específicas de la preocupación es el enfoque negativo, cuando nos preocupamos demasiado, desperdiciamos el tiempo especulando lo que puede o no llegar a suceder; y encima de esto, esperamos y tememos lo peor.
Existe una línea muy delgada entre la preocupación destructiva y la preocupación constructiva. Es posible que tratemos de defender nuestra tendencia a preocuparnos argumentando que es un comportamiento saludable; sin embargo, debemos ser honestos y analizarnos con más cuidado para conocer nuestro corazón y motivaciones.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
Salmo 51:6
Comparación entre los tipos de preocupación:
Preocupación constructiva | Preocupación destructiva |
Paraliza | Motiva |
Disminuye la creatividad | Aumenta la creatividad |
Apaga la iniciativa | Promueve la iniciativa |
Produce impaciencia y ansiedad | Produce el análisis |
Pretende controlar el futuro | Pretende mejorar el futuro |
Teme lo peor | Espera lo mejor |
Se muestra negativo | Se muestra positivo hacía con otros |
Aleja la mente de lo importante | Dirige la mente hacia lo importante |
La preocupación pone de manifiesto que nos estamos atribuyendo la responsabilidad y la carga de buscar aquello que Dios ya ha prometido darnos.
La preocupación destruye nuestro cuerpo, que es el templo del Espíritu Santo. Puede acarrear enfermedades físicas, tales como hipertensión, problemas cardiovasculares, dolor de cabeza, resfriados, úlceras y padecimientos estomacales.
La preocupación pone de manifiesto que realmente no le creemos a Dios que nos dice que él proveerá lo que necesitamos para satisfacer todas nuestras necesidades.
Cuando te preocupas sobre un problema, no te acerca ni un centímetro a la solución. Es como sentarse en una mecedora, mucha actividad, energía y movimiento; pero sin avance.
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Filipenses 4:19
La preocupación no debe formar parte de un hijo de Dios, ya que esta no resuelve nada. En el Sermón del Monte, Jesús nos da muchas razones de por qué no necesitamos preocuparnos!
Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
1 Ped 5:7
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