Leyendo La Biblia – 26 de Marzo 2024
Leyendo La Biblia – 26 de Marzo 2024
Éxodo 37
Mobiliario del tabernáculo
1 Hizo también Bezaleel el arca de madera de acacia; su longitud era de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio. 2 Y la cubrió de oro puro por dentro y por fuera, y le hizo una cornisa de oro en derredor. 3 Además fundió para ella cuatro anillos de oro a sus cuatro esquinas; en un lado dos anillos y en el otro lado dos anillos. 4 Hizo también varas de madera de acacia, y las cubrió de oro. 5 Y metió las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca. 6 Hizo asimismo el propiciatorio de oro puro; su longitud de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. 7 Hizo también los dos querubines de oro, labrados a martillo, en los dos extremos del propiciatorio. 8 Un querubín a un extremo, y otro querubín al otro extremo; de una pieza con el propiciatorio hizo los querubines a sus dos extremos. 9 Y los querubines extendían sus alas por encima, cubriendo con sus alas el propiciatorio; y sus rostros el uno enfrente del otro miraban hacia el propiciatorio.
10 Hizo también la mesa de madera de acacia; su longitud de dos codos, su anchura de un codo, y de codo y medio su altura; 11 y la cubrió de oro puro, y le hizo una cornisa de oro alrededor. 12 Le hizo también una moldura de un palmo menor de anchura alrededor, e hizo en derredor de la moldura una cornisa de oro. 13 Le hizo asimismo de fundición cuatro anillos de oro, y los puso a las cuatro esquinas que correspondían a las cuatro patas de ella. 14 Debajo de la moldura estaban los anillos, por los cuales se metían las varas para llevar la mesa. 15 E hizo las varas de madera de acacia para llevar la mesa, y las cubrió de oro. 16 También hizo los utensilios que habían de estar sobre la mesa, sus platos, sus cucharas, sus cubiertos y sus tazones con que se había de libar, de oro fino.
17 Hizo asimismo el candelero de oro puro, labrado a martillo; su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores eran de lo mismo. 18 De sus lados salían seis brazos; tres brazos de un lado del candelero, y otros tres brazos del otro lado del candelero. 19 En un brazo, tres copas en forma de flor de almendro, una manzana y una flor, y en otro brazo tres copas en figura de flor de almendro, una manzana y una flor; así en los seis brazos que salían del candelero. 20 Y en la caña del candelero había cuatro copas en figura de flor de almendro, sus manzanas y sus flores, 21 y una manzana debajo de dos brazos del mismo, y otra manzana debajo de otros dos brazos del mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos del mismo, conforme a los seis brazos que salían de él. 22 Sus manzanas y sus brazos eran de lo mismo; todo era una pieza labrada a martillo, de oro puro. 23 Hizo asimismo sus siete lamparillas, sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro. 24 De un talento de oro puro lo hizo, con todos sus utensilios.
25 Hizo también el altar del incienso, de madera de acacia; de un codo su longitud, y de otro codo su anchura; era cuadrado, y su altura de dos codos; y sus cuernos de la misma pieza. 26 Y lo cubrió de oro puro, su cubierta y sus paredes alrededor, y sus cuernos, y le hizo una cornisa de oro alrededor. 27 Le hizo también dos anillos de oro debajo de la cornisa en las dos esquinas a los dos lados, para meter por ellos las varas con que había de ser conducido. 28 E hizo las varas de madera de acacia, y las cubrió de oro.
29 Hizo asimismo el aceite santo de la unción, y el incienso puro, aromático, según el arte del perfumador.
Proverbios 13
1 El hijo sabio recibe el consejo del padre;
Mas el burlador no escucha las reprensiones.
2 Del fruto de su boca el hombre comerá el bien;
Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal.
3 El que guarda su boca guarda su alma;
Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
4 El alma del perezoso desea, y nada alcanza;
Mas el alma de los diligentes será prosperada.
5 El justo aborrece la palabra de mentira;
Mas el impío se hace odioso e infame.
6 La justicia guarda al de perfecto camino;
Mas la impiedad trastornará al pecador.
7 Hay quienes pretenden ser ricos, y no tienen nada;
Y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas riquezas.
8 El rescate de la vida del hombre está en sus riquezas;
Pero el pobre no oye censuras.
9 La luz de los justos se alegrará;
Mas se apagará la lámpara de los impíos.
10 Ciertamente la soberbia concebirá contienda;
Mas con los avisados está la sabiduría.
11 Las riquezas de vanidad disminuirán;
Pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta.
12 La esperanza que se demora es tormento del corazón;
Pero árbol de vida es el deseo cumplido.
13 El que menosprecia el precepto perecerá por ello;
Mas el que teme el mandamiento será recompensado.
14 La ley del sabio es manantial de vida
Para apartarse de los lazos de la muerte.
15 El buen entendimiento da gracia;
Mas el camino de los transgresores es duro.
16 Todo hombre prudente procede con sabiduría;
Mas el necio manifestará necedad.
17 El mal mensajero acarrea desgracia;
Mas el mensajero fiel acarrea salud.
18 Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo;
Mas el que guarda la corrección recibirá honra.
19 El deseo cumplido regocija el alma;
Pero apartarse del mal es abominación a los necios.
20 El que anda con sabios, sabio será;
Mas el que se junta con necios será quebrantado.
21 El mal perseguirá a los pecadores,
Mas los justos serán premiados con el bien.
22 El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos;
Pero la riqueza del pecador está guardada para el justo.
23 En el barbecho de los pobres hay mucho pan;
Mas se pierde por falta de juicio.
24 El que detiene el castigo, a su hijo aborrece;
Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
25 El justo come hasta saciar su alma;
Mas el vientre de los impíos tendrá necesidad.
Juan 16
1 Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. 2 Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. 3 Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí. 4 Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho.
La obra del Espíritu Santo
Esto no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros. 5 Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? 6 Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón. 7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
12 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. 13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 14 Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. 15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
La tristeza se convertirá en gozo
16 Todavía un poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al Padre. 17 Entonces se dijeron algunos de sus discípulos unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: Todavía un poco y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; y, porque yo voy al Padre? 18 Decían, pues: ¿Qué quiere decir con: Todavía un poco? No entendemos lo que habla. 19 Jesús conoció que querían preguntarle, y les dijo: ¿Preguntáis entre vosotros acerca de esto que dije: Todavía un poco y no me veréis, y de nuevo un poco y me veréis? 20 De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo. 21 La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo. 22 También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo. 23 En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. 24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
Yo he vencido al mundo
25 Estas cosas os he hablado en alegorías; la hora viene cuando ya no os hablaré por alegorías, sino que claramente os anunciaré acerca del Padre. 26 En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, 27 pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios. 28 Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.
29 Le dijeron sus discípulos: He aquí ahora hablas claramente, y ninguna alegoría dices. 30 Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que has salido de Dios. 31 Jesús les respondió: ¿Ahora creéis? 32 He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo. 33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Efesios 6
1 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. 2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; 3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. 4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
5 Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; 6 no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; 7 sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, 8 sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ese recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. 9 Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas.
La armadura de Dios
10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; 19 y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, 20 por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.
Salutaciones finales
21 Para que también vosotros sepáis mis asuntos, y lo que hago, todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro en el Señor, 22 el cual envié a vosotros para esto mismo, para que sepáis lo tocante a nosotros, y que consuele vuestros corazones.
23 Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo. 24 La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén.
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