Yo estaré contigo!

¹Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.
²Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Isaías 43:1-2

Todos en algún momento sin excepción hemos de pasar por las aguas, y sentir las fuertes corrientes. Hemos de ser probados, pero saldremos triunfantes, pues nuestro Dios, que es más poderoso que las muchas aguas, estará con nosotros.

Las aguas representan las primeras situaciones difíciles en nuestra vida como hijo de Dios, aquello que cuando más disponemos buscar a Dios, de inmediato hace presencia; pero debemos tener en cuenta que el Señor prometió estar allí con nosotros, en medio de esta situación.

Luego de las aguas, están los ríos, los cuales están formado de las mismas aguas, pero estos poseen mayores corriente y elementos como arena, piedras, etc., convirtiéndose así, en problemas que vendrán con más fuerza y potencia a nuestra vida, querrán destruirnos y alejarnos del creador, pero no podrán hacerlo si nos mantenemos firme. Dios podría parecer alejado de nosotros en otras circunstancias, pero de seguro estará ahí en las dificultades y en los peligros. Las aflicciones de la vida podrían alzarse a una extraordinaria altura, pero el Señor estará a la altura de cualquier aflicción.

Cuando pasemos por el fuego depositado por nuestros enemigos, estando Dios con nosotros, no nos quemaremos; ni siquiera el olor del fuego se nos impregnará.

La presencia de Dios en cualquier circunstancia es mejor que cualquier esperanza humana.