Cuidando lo que hablamos
El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias
Proverbios 21:23
Por lo general, los hijos de Dios contamos en nuestros testimonios personales: nuestros éxitos y situaciones adversas. Dichos testimonios están llenos de descripciones de como por medio de la gracia del Dios estamos ganando batallas diarias en nuestra vida. Pero en muchas ocasiones descuidamos un aspecto muy importante, nuestra lengua, ya sea de manera voluntaria e involuntaria pasamos por alto las advertencias y las bendiciones del uso adecuado o inadecuado de la lengua.
Cuando las situaciones en nuestra vida van mal, olvidamos las consecuencias de una lengua iracunda, o cuando pasamos por una experiencia comprometedora, olvidamos las advertencias de La Palabra de Dios acerca de la lengua mentirosa; a veces también, cuando tendemos a hablar sobre los problemas de tal o cual hermano, no percibimos la delgada línea que hay entre la verdadera preocupación o la calumnia mal intencionada y nuestra lengua nos impulsa a cruzar descuidadamente esa línea.
En muchas ocasiones olvidamos muchas veces pedir perdón por las faltas que hemos cometido con nuestra lengua, olvidando que delante de Dios es tan importante lo que se dice como la forma de decirlo, ya que ambas representan lo que el corazón tiene guardado.
La Biblia nos enseña que Dios detesta la lengua incontrolada, la lengua mentirosa, la lengua chismosa, y la mirada altiva,
Nos guardaríamos muchos argumentos y disminuirían las tensiones si fuéramos sabios para callar a tiempo. Para saber qué decir, cuándo decirlo y a quién decírselo. Qué bueno sería para nuestras vidas el aplicar el siguiente versículo bíblico:
La lengua apacible es árbol de vida; Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.
Proverbios 15:4.
Tenemos que tener mucho cuidado al contar nuestras faltas y pecados a otros, ya que podríamos estarle dando municiones a esa persona para que dispare en nuestra contra. Cuando sea necesario hablar abiertamente de algo, podemos hacerlo, pero debemos antes examina con quien.
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