¿Cómo caminar sin temor?
Todo vacío es producto de un desorden, y todo aquello que realicemos cuando nos encontramos en vacío traerá mas insatisfacción en mi vida!!
Durante el tiempo de la creación, lo primero que Dios hizo fue quitar el vacío existente, al examinar este tiempo denotamos que la fórmula que Dios utiliza en la creación es la siguiente:
- Orden, Dios ordena la creación.
- Llenar, en esta etapa Dios hizo el sol y la luna y cubrió la tierra con su creación.
- Luego de llenar la tierra con todo lo que había creado, Dios también dio bendición; esto ocurre previo al paso siguiente, en el cual la creación misma tiene que fructificar y multiplicarse.
Génesis 1
22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
- Como es de notarse, para poder multiplicarse es necesario primero dar frutos y estos se originan únicamente en la bendición de Dios. Toda la creación de Dios es excelente en todo sentido, ya que esta lleva fruto y multiplicación! En nuestra vida también debe existir un espíritu de excelencia, el cual pueda multiplicar y transformar con bendición todo nuestro entorno.
Siempre sobre el relato del Génesis se habla de Noé, quien tiene que actuar con fe y construir el arca que Dios le mandó. Pero luego que Dios envía el diluvio y destruye todo por sobre la tierra; también sobre este nuevo inicio de la vida, podemos observar el proceso utilizado sobre la creación misma. Dos trae orden con el diluvio, mientras que Noé llenaría el arca con la creación de Dios, Luego Dios bendice a Noé y con ello la multiplicación. Pero si leemos detenidamente el relato del Génesis vemos que sucede algo que difiere en estos pasos, ya que Dios le ordena a Noé salir del arca, y seguido de esto se va al cuarto paso que es multiplicar:
Génesis 8.
15 Entonces habló Dios a Noé, diciendo:
16 Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo.
17 Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra.
18 Entonces salió Noé, y sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos con él.
19 Todos los animales, y todo reptil y toda ave, todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies, salieron del arca.
Es así, de esta misma forma en que muchos vivimos ahora, aun permaneciendo en la iglesia… aprendemos y estamos intentando multiplicarnos, intentamos ser de bendición y dar frutos dignos, pero no logramos tener un espíritu de excelencia porque aún no hemos obtenido la bendición de parte de Dios.
Sin Bendición no hay Frutos.
Todos podemos vivir en la bendición de Dios.
En los versículos leídos anteriormente (Génesis 8), vemos que, cuando Noé sale del arca con su familia y con los animales, Dios les instruye a multiplicarse. So observamos, en esta segunda etapa de la creación (renovación) existió una etapa que difiere de la primera…. Falto la bendición!!!
Por otra parte, si nos adentramos al contexto de Noé, debió ser complicado salir de aquella arca junto con su familia, mirar alrededor y no ver nada, no saber qué iba a encontrar ahora en la tierra, como iban a sobrevivir e iniciar una nueva vida. Pero Noé a pesar que ya tenía la puerta abierta, la tierra ya estaba seca, y muy posiblemente en una situación desesperante administrando las provisiones y los animales; pero con todo y eso espero las instrucciones de Dios para salir (permaneció casi dos meses más). Nosotros como hijos de Dios podemos realizar con mucha fe y sobreponernos en las pruebas que Dios nos permite afrontar, pero es necesario que durante la prueba podamos permanecer firmes esperando las instrucciones de Dios para nuestras vidas, aun cuando por vista tengamos la completa certeza que la puerta que se nos abre es para nuestra bendición y realmente no lo sea porque no es el tiempo de Dios. Es así como debemos trabajar para lograr obtener un espíritu de excelencia al igual que la actuación de Noé, al esperar las instrucciones, y siendo Dios mismo quien le indico la salida.
Luego que Noé salió del arca y ver que Dios no había dictado una bendición agrego un paso, los cuales debemos aprender: Ordenar, llenar, hacer el altar, bendecir y multiplicar.
Si observamos los versículos del Capítulo 1 de Génesis, Dios dicta bendición en dos ocasiones previo a multiplicar; Dios había ejecutado y estado pendiente en todo momento de la creación. Pero esta ocasión, debido a la separación del hombre con Dios, el Capítulo 8, inicia así; “Y se acordó Dios de Noé”. Cuando estemos pasando por adversidad, debemos saber que Dios a pesar de nuestra condición va a acordarse de mí! Y yo debo permanecer firme esperando instrucciones. Después de nuestra adversidad necesitaremos de la bendición, pero ahora para poderla obtener es necesario que yo prepare y levante el lugar donde marcaremos un nuevo inicio para relacionarnos con Dios; Noé hizo un altar; y es entonces que, en Génesis 9, Dios les dice: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra! Al salir del arca, Noé no recibió una instrucción de ir al altar, pero sabía que por sus propias fuerzas no iba poder alcanzar la fructificación y multiplicación; pero ofreció sacrificio y llego al corazón de Dios… y es en este momento que Dios vuelve para bendecirle, luego que fructifique y multiplique. Noé si recibió una bendición.
Génesis 9
1 Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra.
Para la multiplicación es necesaria la bendición, y ahora somos nosotros quienes tenemos que tener un espíritu de excelencia para ir, para poder clamar a nuestro Dios por nuestra bendición.
¿Necesitaba Noé la bendición de Dios para multiplicarse? Naturalmente no. Pero una cosa es hacer lo que nosotros podemos hacer por nuestras propias fuerzas y otra es, hacerlo con la bendición de Dios; es aquí donde muchos podemos fallar. Todo lo que a veces hemos estado tratando de hacer, lo hemos intentado hacer en nuestras propias fuerzas; cuando Noé va al altar, lo que realmente hace es dejar que Dios tome el control de todo el asunto, y recibe la bendición de Dios. Aquí es donde se inicia a vivir en un tiempo de excelencia.
Debemos entender que aunque sepamos cómo hacer algo, necesitamos que Dios nos bendiga primero para hacerlo. Los hijos de Dios vivimos en una nueva etapa y no podemos depender de nuestros talentos, tenemos que depender de la bendición de Dios.
Dios nos dice en Génesis 9:1: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra.
Luego, dice el verso 2:
2 El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados.
Ahora Noé podía caminar en la tierra sin temor!! Y sabía que todo lo que ejerciera seria de bendición porque iba a dar frutos y estos se iban a multiplicar. Caminar en la bendición de Dios, es saber que caminamos en esta tierra, con autoridad.
La creación es un lugar excelente para los hijos de Dios, cuando nosotros somos excelentes para Dios.
Dios quiere que caminemos en esta tierra con seguridad y sin ningún temor, y esta bendición se desata cuando vamos al altar y nos presentamos delante de Él.
Si en este momento nos encontramos con temor, sin saber que nos depara el mañana o si existe preocupación por algún motivo, es momento de sembrar un espíritu de excelencia sobre nuestras vidas, para clamar y esperar por las instrucciones de Dios; porque luego podremos acércanos a su altar confiadamente para recibir la bendición y empezar a caminar de la forma que lo debemos hacer.. Seguros y con la convicción que Jehová está con nosotros.
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