Viviendo con Paz


37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.
38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?
Marcos 4:37-38


En este relato existen muchos elementos, pero lo que más se destaca aparte de conocer que Jesús también se cansaba como cualquiera, es la tranquilidad con la que se encontraba en una situación como esta, donde todos los demás estaban angustiados.

Se sabe que alguien puede irse a dormir tranquilo luego de terminar las tareas o deberes que tenía pendiente, un ejemplo de esto lo tenemos durante la creación en la siguientes cita:

Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
Génesis 2:2

Dios se detuvo y descanso solamente cuando se dio cuenta que ya había finalizado todo lo que debía hacer. Jesús también, momento previo a realizar un milagro les dice a sus discípulos, que su ministerio tenía un propósito y que debía ser completado, hasta ese entonces podría descansar:

Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.
Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.
Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,
Juan 9:4-6

Volviendo a los versículos citados de Mateo, Jesús aún estaba un poco lejos de finalizar su propósito, entonces ¿Por qué se encontraba descansando así con tanta tranquilidad? Y la respuesta es muy simple, ya que Jesús tenía toda la certeza que estaba realizando la obra que su Padre le había encomendado.

Jesús aun sabiendo que faltaba mucho por concluir estaba seguro que sin importar las circunstancias adversas que pudieran sobrevenirle, Dios preservaría su vida, porque iba a cumplir lo que había determinado de Él.

Muchas veces, tenemos la tendencia a desesperarnos en medio de esas tormentas que nos aparecen a mitad de camino en forma de situaciones difíciles, y no descansamos en Dios como lo hizo Jesús.

La Palabra de Dios nos enseña que debemos descansar en El, a colocar nuestra confianza solo en EL

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7

Cuando no tenemos este fundamento en nuestra vida, en muy probable que nos encontremos desesperados o angustiados ante cualquier situación. Así que, al igual que Jesús, obedezcamos lo que Dios nos mandó hacer y descansemos en el El..


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