Aprendiendo A Confiar En Dios


32 Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino;
33 Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas;
Salmos 18:32-33


 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.
Jeremías 17:7-8


Como hijos suyos nos cuesta confiar en Dios cuando no nos muestra claramente para donde vamos, porque queremos que Dios nos dé una visión clara del futuro. Por ejemplo tenemos a Abraham, a quien Dios le dio la promesa de que su descendencia sería numerosa como las estrellas; pero no le dijo claramente como lo haría. Abram tuvo que confiar en la guía de Dios.
Como Abraham tenemos que aprender a depender de nuestro Dios, porque su camino es seguro, porque siempre nos llevará por sendas de justicia por amor de su nombre. Debemos confiar en que Dios nos guiará aunque no entendamos su plan completo para nosotros.
Dios nos promete fortaleza para los desafíos que se presenten en nuestra vida, pero no promete eliminar los problemas porque son parte de nuestra formación. Si no hubiera caminos difíciles, ni montes que escalar, ni luchas diarias, no creceríamos como hijos de Dios. Pero de lo que debemos estar seguros que nunca nos dejará solos con nuestras batallas, sino que está a nuestro lado para darnos fuerza y dirección para enfrentarlas.

Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Mateo 28:20.

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